Evaluando Riesgos: Incendio

El objetivo principal de evaluar un riesgo de incendio es detectar situaciones mejorables para reducir el riesgo a un nivel aceptable para el propietario y la compañia aseguradora.  En este sentido, nos basamos en códigos y normas mundialmente aceptables y que son el resultado de años de análisis de incendios, estudios y pruebas.

Existen dos elementos principales que observamos en una evaluación de riesgo de incendio, las probabilidades que un incendio suceda en un año, que seria la frecuencia, y el daño que ocasionaria de ocurrir uno, la severidad, para ambas nos mantenemos actualizados con las experiencias en nuestro país y en el mundo.  En el primero de estos elementos, la probabilidad se reduce con la implementación de controles administrativos (autoinspecciones, auditorias, brigadas, permisos especiales, etc.) y el segundo con la instalación de protecciones contra incendio (extintores, alarmas, rociadores, etc.).

Durante una evaluación, no solo observamos que las medidas de seguridad señaladas existan o deban existir, sino su rendimiento, efectividad y confiabilidad.  El rendimiento se refiere a cual será el comportamiento de la medida durante un siniestro, la efectividad contempla si realmente contribuyen a reducir la frecuencia y la severidad, y la confiabilidad es la posibilidad que fallen cuando tengan que funcionar.

Con estos elementos, en combinación con factores pocas veces modificables como son la construcción, ocupación y exposición, podemos evaluar el riesgo de incendio y establecer recomendaciones adecuadas para su mejoramiento.